Un buen día lo tiene cualquiera

Tengo el portaminas sobre la mesa, hueco, vacío… busco los viejos lápices que ya nunca uso y los encuentro todos decapitados, inservibles. Mi rotulador naranja ya no pinta y no me quedan post-its amarillos, el libro está abierto por la página 196 y las hojas se resbalan de mi atril una detrás de otra hasta tropezar con la taza de café: primero cayó una con Anibal cruzando los Alpes, con la segunda hoja cayó Cartago y con la tercera cayeron mis ganas de estudiar por hoy… Mañana será otro día, tal vez un buen día, porque un buen día lo tiene cualquiera…

A sus treinta y cuatro años Arturo ya lo ha perdido todo: su empresa, su dinero, su casa. Joaquín, antiguo amigo del colegio y buscavidas profesional, le convence para que se aproveche de un plan social del Ayuntamiento en el que ancianos solitarios acogen en sus casas a estudiantes jóvenes sin recursos por un alquiler ínfimo.

Arturo, que ni es estudiante y hace tiempo que dejó de ser joven, falsifica la solicitud y entra a vivir con Onofre, un anciano bajo cuya apariencia afable se esconde un auténtico Mr. Hyde.

www.unbuendialotienequalquiera.com (que buena la web)

Me reí mogollón, sobre todo con Onofre. Tenéis que verla. Además, me sentí identificado como opositor jajaja…

Y en cuanto a música, si hablamos de un buen día, no pueden faltar Los Planetas con Un buen día (temazo)

Hasta otro rato!